miércoles, 18 de marzo de 2009

Triste receptor

Un receptor
así me llamaste,
quizá solo eso soy
recibo historias, historias
y más historias
que llegan discretas y confiadas,
pues quieren ser recordadas,
y eso es lo que hago,
aunque ya dejaron de sorprenderme
quizá ya soy una maestra
es un arte,
o mejor un don,
requiere habilidad
e incesante práctica,
no algo que todos puedan asumir,
la responsabilidad es mía,
como siempre lo es,
solo yo la culpable,
sin embargo el alivio no surgió,
tampoco la satisfacción,
descubriste lo que soy,
y fue irrelevante,
un detalle más,
un detalle,
y me confiaste tu secreto
dada mi labor,
y tu historia se guardó
acompañada por las demás,
pues solo eso soy,
un receptor,
un receptor de historias,
una cuidadora de recuerdos ajenos.

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