La última frase
quedó grabada,
siguió retumbando,
sofocándome,
ahogándome en su espesura
y caí
y me dejé caer a ese abismo,
lo peor: me lo creí
Algo que no era cierto
¿cómo pude desconfiar?
algo que me llenó de dolor
me sumergió en los pensamientos más absurdos,
no era cierto,
lo repetí,
lo repetí,
no era cierto,
empero no lo creí
todo un mundo se derrumbó,
mi mundo,
mi país entero sucumbió,
un desastre del cual no podría recuperarse,
ni siendo financiado,
mucho menos viviendo de la caridad de otros
La exageración era patente,
mucho más la angustia,
era hasta palpable,
un susto,
aún así era más,
no solo una broma pesada,
no un fraude,
había algo más,
algo que provocó mi reacción,
la respuesta era
la misma de aquella vez,
cuando aquel señor cayó
y yo no supe que decir,
ni que hacer.
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