Aprecio el mar, y observo,
las olas rompen contra la rigidez de las rocas
que no ceden a su paso,
se mantienen impasibles
y es que son rocas duras y fuertes
Las olas regresan al mar,
arrastrando a las débiles
y las envuelven en su inmensidad,
así vuelven a regresar
por aquellas que habían sido olvidadas.
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